POSTUMISMO

El Postumismo
El movimiento postumista nace en 1921. Sus figuras principales fueron Domingo Moreno Jiménez (1892-1986), Andrés Avelino (1900-1974) y Rafael Augusto Zorrilla (1892-1937).
El postumismo consideraba que se debía eliminar de la tradición literaria, el pasado literario universal además estaba en contra de los movimientos literarios de su época: surrealismo, dadaísmo... Estos son sus grandes defectos, con ello se negaba a la renovación de su literatura. Fue una reacción en contra de la modernidad poética inauguraba por las vanguardias mas importantes de comienzos del siglo XX.
Los críticos reconocen como logros postumitas los siguientes:
·         Primacía del versolibrismo en una época en que la poesía dominicana parecía atrapada en la métrica;
·         Introducción del paisaje nacional en la poesía. Los postumistas reaccionaron en contra de la imitación y los calcos de otras escuelas poéticas y los ambientes de otra poesía.
La Poesía Postumista
Predominan en la poesía postumista los temas relacionados con el paisaje, con la existencia y con la actitud psicológica ante la vida.
En la poesía tradicional, el ritmo está reglamentado por el número de sílabas de los versos, por las rimas regulares y por las pausas métricas.
El versolibrismo, rechaza los elementos de la métrica, la uniformidad y la regularidad en la construcción de los versos del poema. El poeta no se somete a unas leyes establecidas previamente, sino que se deja conducir por el ritmo interior de su pensamiento.
El postumismo descubre de un modo amplio, y por vez primera, la tierra dominicana, el sentido racial y el sentido morfológico de nuestra realidad.
El realismo ahora no esta determinado por una normas preceptivas ni por modelos a los cuales hay que ser fiel, sino por el impulso del alma del poeta en contacto directo con la realidad nativa.
La tierra, lo autóctono, comienza a tener cabida en los versos que entonces se forjan.
La Niña Pola


¿Qué será de la niña Pola
que estaba en el campo,
que su padre figuraba tonta
y echaba a rodar a los vientos de la alborada su risa loca?...

Crepúsculo y alma,
ingenuidad y gloria;
suspirillos de un pecho que no había tenido pesares nunca,
inquietud de unos ojos que habían rondado por la montaña,
tras el arco-iris que los corpúsculos tornasola...


Sobre blanco rojo,
y sobre rosado, moreno.
Brillo como aquel brillo, yo no he encontrado ni en el diamante ni en el destello;

castidad parecida,
ni en la albahaca ni en el romero,
ni en la petunia, ni en la magnolia, ni en la paciencia;
(el sol de espaldas o el sol de hinojos junto al cerro...)
- Es muy tranquilo; pero me lleva catorce años.
(¡Oh, si supieras, cuántos abismos, cuántos obstáculos, salvo en la tarde, salvo en el alba, para tenerte junto a mi sueño!)


¿Qué será de la niña Pola,
que estaba en el campo,
que su padre figuraba tonta
y echaba a rodar a los vientos de la alborada su risa loca?...
La sangre aborta, y a las miradas que están en éxtasis no le es posible seguir el curso ya desarbolado de la égloga...